Exigir a las autoridades, reclamar promesas incumplidas, hacer notar la voz de un pueblo, son todos derechos que tenemos como ciudadanos de un país. Es importante dejar saber a nuestros dirigentes, que no somos una masa pasiva que simplemente se deja llevar.
Pero donde está el límite entre los derechos del ciudadano y el libertinaje y anarquía. A lo largo de los años he visto como cada cierto tiempo, el gobierno de turno, tiene que lidiar con una temporada de huelgas y protestas, muchas de ellas con razones justificadas, pero otras simplemente innecesarias. Y lo peor de todo, es ver como personas se aprovechan de la ignorancia y la necesidad de algunas personas para hacer que protagonicen enfrentamientos con la policía y siembren el desorden en las calles de nuestra nación.
Es muy peligroso cuando un pueblo pierde el respeto a la autoridad y a la ley. No me malinterpreten, ser capaz de levantarse contra un régimen opresor y dictatorial es algo admirable; pero desafiar la autoridad e ir en contra de la ley, bajo el disfraz de exigir derechos es inaceptable.
Para poder exigir tenemos que cumplir primero.
Pero donde está el límite entre los derechos del ciudadano y el libertinaje y anarquía. A lo largo de los años he visto como cada cierto tiempo, el gobierno de turno, tiene que lidiar con una temporada de huelgas y protestas, muchas de ellas con razones justificadas, pero otras simplemente innecesarias. Y lo peor de todo, es ver como personas se aprovechan de la ignorancia y la necesidad de algunas personas para hacer que protagonicen enfrentamientos con la policía y siembren el desorden en las calles de nuestra nación.
Es muy peligroso cuando un pueblo pierde el respeto a la autoridad y a la ley. No me malinterpreten, ser capaz de levantarse contra un régimen opresor y dictatorial es algo admirable; pero desafiar la autoridad e ir en contra de la ley, bajo el disfraz de exigir derechos es inaceptable.
Para poder exigir tenemos que cumplir primero.